lunes, 8 de noviembre de 2010

La crítica de la semana

Hoy voy a hablar de mi ya mencionada comunidad y de cómo la odio . Este tema lo estaba reservando para más tarde, pero han vuelto a decepcionarme profundamente, y no aguanto más.Empezaremos por una pequeña descripción de mi diabólica comunidad.
Se supone que cuando se hizo mi urbanización, junto con todas de la zona, votaron, como las demás, para poner una piscina en ésta, pero como se supone que los primeros propietarios eran personas ancianas, no querían, ya que para ellos era un gasto innecesario ya que no la iban a tocar, una teoría comprensible pero no la comparto, aunque no es muy creíble esto de los ancianos porque hay muchísimos niños entre los 4 y 11 años, ninguno mayor de esa edad, por lo que realmente no hay nadie con quien me pueda sentar a charlar a gusto, encima, mi hermano se va con ellos a jugar, pero como es algo rebelde, los niños al rato no quieren jugar con él, el les insulta y se defiende, haciendo que algunos niños se pongan a llorar y tengamos alguna movida con los padres, que por lo que veo, están todos en el paro y su única vida social es quedarse hablando con los demás padres mientras los niños hacen el bestia y alguno sale escaldado, pero da igual, ellos siguen hablando de sus cosas mientras los niños se tiran las peonzas a la cabeza, que no entiendo por qué se han puesto de moda de nuevo, si es lo mismo de siempre, pero los niños(y los padres) son demasiado simples y conozco casos de niños de mi comunidad que teniendo peonzas iguales en casa, les compran otras, da igual que estén todos en el paro, todo para los críos.
Mi comunidad es más o menos grande, por lo que cuando me aburría, me bajaba con la bici y daba vueltas en torno al parque central, que consiste en un tobogán cutre y una zona gigante(supongo que allí debería ir la piscina)donde residen muchísimos bancos, por lo que la urbanización incita al paro, algo completamente denunciable. Al ir con la bici, una madre me decía constantemente que pare, que no se puede ir con la bici en una zona comunitaria, entonces yo miraba alrededor y veía a muchísimos niños con bicis, entre los que se encontraba el hijo de la mujer, pero siempre ponía la excusa de que son pequeños, aunque los propios niños atropellen a los padres a velocidades endiabladas. Yo seguía con la bici, pero venía el presidente de la comunidad, que es uno de los padres ya mencionados y me pedía que me fuese al carril bici, que casualmente lo tengo al lado de casa, pero es que me da mucha pereza.
Otro fallo de mi comunidad, es que desde el rellano, mientras esperas al ascensor, se escucha TODO lo que se hable en éste y en las plantas, por lo que puedes oir cosas que no querías oir, como una crisis matrimonial, o cualquier cotilleo que se cuente en mi monótona comunidad. También ocurre en mi habitación, que esta pared con pared con el piso de enfrente, y se oye mucho cuando hay broncas en la casa de los vecinos, algo que te deja con un dilema:¿cuánto se me oye a mí? Algo que soluciono poniendo la radio muy alta, algo que, con la acústica de éste edificio, se oye hasta en el parking. Un día que me digan algo...

Hace un año, empezaron a poner carteles en algunas columnas de la urbanización de las que me avergüenzo profundamente, ya que, citando textualmente pone: Por favor, por respeto a los demás, no hacer pis aquí. (y una flecha apuntando hacia abajo).    Ésta es la prueba viviente de que en realidad hay mucho niño sinvergüenza con padres irresponsables que hablan mientras sus hijos mean por ahí descontrolados, ya que, al gastarse el poco dinero que les viene a casa del paro en peonzas, no tienen ni para un retrete. Ésto si que es denunciable.
El hecho que hizo que cambiase la idea de dejar esta crítica para algún día que no tenga ideas, es que ahora, los inteligentes de la comunidad han hecho que en cada ascensor haya que meter una llave para ir a alguna planta de viviendas, haciendo que sea más difícil que entren los ladrones, pero, al estar la escalera también con llave, hace que, para que alguien visite tu casa tengas que bajar a abrirle, y encima que mi hermano estaba, por fin, heredando el cargo de tira basuras oficial, voy a tener que seguir yo, ya que él es demasiado pequeño para hacerse cargo de unas llaves. Encima, si los ladrones quieren robar, se meten en el parking, que es muy fácil entrar aunque esté con llave, y roben varias pertenencias de los coches de la comunidad.
Y ésta es la cruda realidad de mi comunidad, completamente cierta y vergonzosa.

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