sábado, 14 de julio de 2012

Mi abuela

Imaginaos cómo os sentiriais si estuvieseis en silla de ruedas, incapaces de moveros por vuestra cuenta y confiando vuestra vida a los demás. Estarías expuesto a cualquier error, a cualquier enfado que pueda tener esa persona contigo, o a que esa persona se pueda aprovechar de tí y que no puedas hacer nada para remediarlo. Debe de ser completamente horrible, y más si eres una persona que le encanta pasear, o ir a sitios, salir con la gente y hacerse amigo de todos. Mi abuela lleva viviendo así desde el 2003. Y lo peor es que todo ocurrió en medio de mi fiesta de cumpleaños, cuando estábamos pasandolo mejor, a mi abuela la dio un infarto cerebral y a consecuencia a partir de ese dia ha perdido la movilidad de la parte izquierda del cuerpo. Ella, que siempre ha sido optimista, que siempre se ha reido de todo, cada vez pierde más la esperanza y se hace más frecuente el: a ver si Dios ya se me lleva y dejo de dar tanto por culo. Realmente, y esto va por ti abuela, nunca nos has dado por culo, tú me estuviste cuidando de pequeño y supongo que me ha tocado a mí ahora cuidarte a tí, y lo hago encantado, y siempre con una sonrisa. Así que no estés así, disfruta de la vida que de lo demás ya nos encargamos nosotros al igual que tú ya lo hiciste antes. Todavía me acuerdo de cuando me llevabas a la calle Amposta, cuando íbamos a la frutería de Jose y me daba esos tomatitos que a mi tanto me gustan, además de que como tú conocias a todo el mundo, todo el mundo me saludaba y me hacía sentir una persona muy importante, ya que todos conocían mi nombre. Y todo eso fue gracias a tí. Hay que aclarar que yo hasta los seis años, me quedaba con mi abuela y ella me llevaba al colegio y me recogía porque mis padres no podían hacerse cargo de mí por la mañana, ya que trabajaban desde temprano, por lo que se podría decir que gran parte de mi personalidad se la debo a mi abuela, ya que estaba toodas las mañanas con ella, y bueno, con mi abuelo también, pero la verdad es que nunca he tenido un recuerdo grato de él, siempre que estaba con él viendo la tele no me dejaba cambiar la tele, y si la cambiaba me empezaba a decir que me iba a dar una galleta, o que me fuese a mi casa, pero bueno, luego aparecía mi abuela para calmar la cosa. Mi abuelo murió unos años después, antes de que naciese mi hermano, y yo seguía con mi abuela, más feliz que una perdiz, como ahora mismo :).
Al tiempo ocurrió lo que he narrado antes, y la verdad, aunque los progresos son mínimos, como que puedas mover ligeramente el brazo izquierdo, aunque sea muy poquito yo siempre estaré apoyándote, porque sigo esperando que me lleves al parque, que aunque no tenga edad siempre me ha gustado que me llevases y ahora no iba a ser menos. Así que ten fe, vas a salir de esto, y cuando consigas salir estaré yo al lado tuya e iré contigo a donde quieras abuela, que te lo mereces. Ah, y me debes alguna corteza de las tuyas, de las que me encantaban y siempre que iba a tu casa me tenías preparadas algunas, siempre en el sitio que solías colocarlas, bajitas porque a esa edad yo no llegaba a mucha altura.
Con todo esto quiero decir que te quiero mucho abuela, que te pongo aquí como si ahora estuvieses bastante pesimista pero cualquiera que te conozca sabe que estas todo el día haciendo chistes y riendote de todo mientras nos ves crecer a todos, y sobretodo mientras me dices que coma más, que estoy muy delgado, no como mi hermano que está normal para su edad.
Bueno, que aquí tienes tu entrada abuela, te la dedico por ser mi fan nº1 en el blog y espero que siga así por mucho tiempo aunque no escriba casi nada. Que aunque no haya tenido ninguna otro abuela ni casi que ningún otro abuelo ya que le conocí durante muy poco tiempo, que no me da envidia nadie, que si alguno hubiese tenido una abuela como la mía ahora mismo estaría alucinando.