miércoles, 26 de enero de 2011

Glee

Ésta crítica la iba a realizar, no a hacer, sino realizar, el lunes, pero se me juntaron los deberes, la merienda, la siesta, natación, "El barco", "Buenafuente", y el martes me dio un ataque repentino de alzheimer(es que ya me estoy haciendo mayor, y los años pesan). Como ya os dije, no estaba decidido el día que lo iba a hacer, pero os prometo que un día a la semana lo hago.
Hoy empezaré con Glee, una de mis series preferidas por sus situaciones absurdas y, además, me identifico con la mayoría (soy guapo, canto bien, y soy bueno con los deportes). Pero hoy no voy a ensalzarla, sino a criticarla,
algo que da mucho más beneficio a esta, nuestra sociedad de ahora.
Glee se basa en un instituto, en el que se juntan todos los frikis y marginados (aparte de un chico en silla de ruedas) para cantar juntos canciones. Al principio sólo cantaban en su club, que se llama Glee( que coincidencia, me sé de una serie que se llama igual), con su maestro, que es su profesor de español, pero de español sabe muy poco. Éste, junto con los de Glee, intenta sacar su club adelante, pero la entrenadora de las animadoras, intentará fastidiarles para que les cueste mucho más de lo normal. Mientran van pasando los capítulos, aparece una embarazada, una que quiere ser una embarazada, y el amor de la infancia de cuando era pequeño del profesor de español, que resulta ser una borracha okupa. Además, en cada capítulo, los de Glee, en determinados momentos, se ponen a cantar de repente(así es normal que los marginen), claro plagio de ese arte de las películas Disney, que en un momento tenso de las películas, se ponían a cantar, con la estupefacción consiguiente del que está escuchando, pero en vez de huir, canta también, o cantan a las plantas.... (en fin, la locura general de los personajes Disney).
En el grupo también hay un chico que al principio no lo dice, pero se le nota muchísimo su homosexualidad, por lo que cuando se lo confiesa a su padre, su padre lo sabe perfectamente.
La verdad es que no cantan mal, pero fastidian algunos clásicos porque se creen que lo cantan todo bien, aunque esta no es mi opinión.

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